Sueño de una noche de verano

Mis sentimientos son un barco a la deriva, a veces con tormenta, a veces con calma. Como el mar son inseguros, impredescibles, no sabes en que momento llegará la tormenta y terminará por debastar cada madero de la barca que se había construído. Me siento navegando en un bote por aguas tormentosas, estas me llevan a rocas por donde siento miedo de caer, respiro hondo y le rezo a Dios porque me haga salir de ella, de la desesperación que me da saber que puedo caerme en medio de la nada, y lo consigo. Me baso en medios de supervivencia para poder vivir el día a día, encuentro pequeños islotes que luego se hunden porque la marea es fuerte y continúo con mi viaje, sin rumbo, soñando con una isla cómoda en la cuál quedarme y poder construir mi hogar. Miro hacia el horizonte y no hay nada, intento mirar una y otra vez y no logro ver NADA! ¿Por qué?, ¿Por qué tantos islotes que podían haberse convertido en mi hogar se destruyeron? ¿Por qué no puedo hallar mi isla y construir mi estancia?. Son preguntas que llegan a mi mente como una brisa marina, por mientras sigo navegando errante en mi bote, viendo pasar a barcos enormes ante mis ojos, a uno le grité para que me cobijara y me llevara, a donde fuera, "que mas da si queda lejos donde va" me preguntaba, si no tenía nada que perder. Pero ese barco no se detuvo, no escuchó mis llamados, no sintió la angustia de mi corazón esperanzado, sino que siguió su camino, y yo sin mas remedio seguí con el mio sin ni siquiera lamentarme, sino que esperando alegremente que la tormenta y la niebla alrededor cesaran para poder tener visibilidad en mi camino, esperando que alguien me ayudara, anteriormente si había tenido ayuda, pero no me había servido por mucho tiempo, mis islotes terminaban por destruirse. ¡¡Pero no me dejaré de esperanzar!!, se que habrá un camino en este bravo mar que me haga llegar a una isla para convertirla en mi hogar, se que después de una gran tormenta habrá un arcoiris y un sol luminoso que me haga sentir viva nuevamente. Solo queda esperar... De pronto, comienzo a sentir un sonido ensordecedor, no podía aguantarlo, y seguía y seguía... hasta que abro los ojos y estaba en mi cama, en mi habitación y el sonido ensordecedor era mi teléfono celular sonaba porque alguien me llamaba... Pero aún puedo sentir en mi el rocio de la mañana en el gran océano, el ruido de las olas que se formaban en el mar con la tormenta, y aún siento mi desesperación cuando ese gran barco se fue y no me salvó....